Ababol

A un lado del camino
por donde muchos pasan
una semilla genéticamente equivocada
y aquejada de sedienta ansiedad
esperaba el agua de un sol, que no llegaba.
Un día, un rayo helado cauterizó su alma.
Aunque llueva, ¡ya no florecerá la amapola!

4 comentarios:

Blanca Bellostas dijo...

Muy bonito!

Blanca Bellostas dijo...

Quien lo ha escrito? Sabes que a las amapolas las llaman "ababoles" en Aragón?

El pasajero dijo...

Lo escribi yo...las palabras como tantas otras cosas tienen una esencia multiple...

sagardiana dijo...

Todo un cúmulo de infortunios. Seguro que Murphy tuvo alguna experiencia así para idear sus leyes.
Pobre ababol.