Impaciente al volante

De repente un fuerte pitido sobresalto a Filfo. El semáforo se había puesto en verde. Él se volvió con calma para ver qué pasaba. Detrás un señor hacía gestos un tanto furioso como intentando mostrarle algo. El volvió a girarse hacia delante y seguidamente hacia atrás devolviéndole los gestos que el otro conductor le hacía, no sin sentir un poco de vergüenza. El conductor de atrás dejó entonces de gesticular y bajó la mirada avergonzado. Filfo volvió a arrancar su coche en el momento en que el semáforo se ponía en ambar. De repente un fuerte pitido sobresalto al señor impaciente.

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