La melodía

Caminaba abstraída en sus pensamientos, no había sido un día fácil, cuando oyó una melodía.
A la luz de una farola se encontraba aquel músico de aspecto extranjero y se detuvo a escucharlo.
Él percibió su mirada, bajo el efecto de la música se había vuelto cristalina, sus dedos parecieron animarse y surgieron notas inflamadas que fueron seguidas por la respiración de ella, por un momento sus almas parecieron danzar acompasadas.
Al terminar, se acercó con vergüenza para dejarle un billete, él la detuvo poniendo la mano sobre el sombrero, la miró y esbozando una sonrisa se llevó la mano a la altura del corazón.
Durante mucho tiempo ella continuó pasando por aquella calle y a la altura de la farola, siempre resonaba en su cabeza la melodía, su mirada se volvía cristalina y su pulso y su respiración se aceleraban.

1 comentario:

Carlota dijo...

Precioso. A veces la vida te da momentos tan bellos como ese.