Al mal tiempo buena cara

La crisis económica se asomaba a la vuelta de la esquina, los bancos lo sabían muy bien, ya se estaba sintiendo en uno de sus principales negocios como los números bajaban en picado.
El número de hipotecas contratadas en el último mes había descendido un 30%, la morosidad había subido medio punto y esto se dejaría sentir también en el consumo.
Habían abierto demasiado la mano en el periodo de bonanza y ahora tenían ciertos problemas de liquidez.
¿Cómo atraer fondos para compensar este problema?, se enfrentabán un gran dilema.

Se necesitaban nuevas ideas y el director de marketing convocó a sus colaboradores.

Uno de ellos, el más joven, un completo desconocido en el departamento, bajo la sorprendida mirada de los demás, se puso en pie y en voz bien modulada dijo:

Hoy en día todos los bancos ofrecemos más o menos lo mismo, así pues debemos destacar en el como.
Debemos acercar al personal de nuestra red de oficinas a la calle, crear confianza, que la gente se crea nuestros mensajes.
Propongo que se cree un plan para someterlos a un cambio de imagen, que nuestros agentes adopten también nuestra imagen de marca. Ofreceremos este cambio, siempre bajo una clausula que les comprometa a nuestra empresa. A cambio mejoraremos su imagen, su voz, su forma de ser mediante medias estéticas, vestimenta, interpretación, etc. ¡Crearemos agentes a imagen y semejanza de nuestra empresa!


4 comentarios:

Verónica E. Díaz M. dijo...

¿Quedan esperanzas?
Saludos

circe dijo...

Chico, me estaba tomando un yogurt mientras te leía y con el primer párrafo se me ha cortado todo; la digestión, el yogurt....tó....

El pasajero dijo...

Claro Veronika...

Pero Circe, de donde sacas esos yogures ... jejeje

Carlota dijo...

bueno, otra cosa me extrañaría menos... ja! Un abrazo.