Le vin

Tras el equinocio
desde las alturas
llegó el viento frío,
que acalla las cigarras estivales
y las verdes hojas
torna en ocres.

Y los campesinos
hijos de la tierra,
cortan con hocinos
negras perlas,
tesoros de Dionisios.

Después una joven
de doradas piernas
en airoso baile
sus pies ensangrienta
dando a luz al mundo
el esperado jugo.

Catarsis alcohólica
vuelve al niño adulto
sin perder memoria
del pasado gusto.


Tú, que sientas
comensales a tu mesa,
que eres venerado
en las tabernas
y consagrado en sangre
en las iglesias.




8 comentarios:

circe dijo...

guas, guas y re-guas!!!! túya te tiraste a piscina de pleno!!!!, qué son hocinos??...Te ha quedado muy bien...Oye, quien canta?

Blue Velvet dijo...

Muy muy bonito!!... quiero una copa!!... para empezar.

La Dama De Enero dijo...

No bebo, soy casi abstemia de combinados.
Pero una copa de buen vino, una buena compañia..
No hace mucho que he disfrutao lo primero, pero de lo segundo ya casi ni me acuerdo.
Voy dando pasos en su busca.
Pasos perdidos hasta hoy.

El pasajero dijo...

Qué circe! cantan Dominique A.

Blue velvet, una copa? que vino prefieres ...

Dama enero, :)

Carlota dijo...

Estupenda oda al vino... eres una caja de sorpresas

El pasajero dijo...

Gracias Carlota, este vino ya es reserva, lo saque de la barrica...

Anónimo dijo...

Excelente... No hay nada como un tinto, ni tampoco nada como un maravilloso e ingenioso poema.

Enhorabuena.

Salut

Anónimo dijo...

Pues has escrito un precioso poema que ensalza al vino y, de paso, al otoño.
Brindo contigo

Un abrazo
Gracias por tu visita