De vuelta al trabajo

Hacía ya casi un año desde que había iniciado una etapa que muy pocos hombres eligen, había decidido cuidar a su hija y ejercer el papel de amo de casa.
Era una oportunidad para dejar de asumir unos horarios impuestos y fijarse más en los marcados por los ritmos vitales de su hija.
Hoy había quedado con unos compañeros para visitar a un cliente, quería ir poniendo en marcha otra vez el cuerpo a fin de acostumbrarse a la rutina laboral.
Eran las diez de una mañana fría y estaban puntuales frente a la oficina del cliente.
Al entrar y desprenderse del abrigo, los demás notaron algo extraño: No se había quitado el pijama.

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